domingo, 5 de noviembre de 2017

Mi nuevo blog

Gracias por visitar mi nuevo blog aquí les dejaré información sobre la novelista Gloria Guardia.

              Biografía  De Gloria Guardia


Gloria Guardia (12 de marzo de 1940, Venezuela - ) es una distinguida novelista, ensayista y académica panameño-nicaragüense cuya obra ha recibido amplio reconocimiento de la crítica nacional e internacional. Hija menor del ingeniero panameño Carlos A. Guardia Jaén, co-fundador de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (AIDIS) y de Olga Zeledón Ramírez, hija menor de Héroe Nacional y Jefe de Estado (en rebelión) de Nicaragua, Benjamín F. Zeledón.
Dada la profesión de su padre -ingeniero consultor-, nace accidentalmente en Venezuela, crece y se educa en los Estados Unidos y Europa y a los veintiún años opta por la nacionalidad de sus padres: Panamá y Nicaragua. En 1962 obtiene el grado de Bachelor of Arts "Cum Laude" de Vassar College, con especialización en Historia. En 1960 cursa estudios de especialización en Filosofía, Literatura e Historia en la Universidad Complutense de Madrid. Y en 1966 ingresa a la Universidad de Columbia, donde, en 1968 obtiene el grado de Master of Arts, con especialización en Literatura Comparada. Ese mismo año cumple con los todos requisito académicos, salvo los meses de residencia en el campus de la universidad, para obtener el grado de Ph.D (Philosophy Doctor) en 60Literatura Comparada. Su disertación "Estudio sobre el pensamiento poético de Pablo Antonio Cuadra", es aceptada por el jurado académico de Columbia University y publicada por la prestigiosa Editorial Gredos de Madrid en 1971.
Se inicia muy joven en la literatura con la publicación de la novela Tiniebla blanca (Madrid; Editorial Cultura Clásica y Moderna, 1961) que le merece ese mismo año la Medalla de Oro que confiere en España, la Sociedad de Escritores Españoles e Iberoamericanos. En 1966 su novela "Despertar sin raíces" y su ensayo "Orígenes del Modernismo" (Estudio sobre la formación del movimiento modernista en la literatura hispánica), ganaron el Concurso Nacional Ricardo Miró (Panamá) en las categorías de novela y ensayo, respectivamente. En 1976, la Editorial Universitaria Centroamericana, EDUCA (Costa Rica) le confiere el Premio Centroamericano de Novela a su obra "El último juego". Y, en 1996, una vez radicada en Bogotá, Colombia, el Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá distingue a su libro
de relatos "Cartas apócrifas", con el "Premio Nacional de Cuento 'Ciudad de Bogotá'. Eljurado resalta el hecho de que el libro es una obra posmoderna, la primera en cuanto se caracteriza por el debilitamiento de las barreras entre los géneros literarios y el uso deliberado e insistente de la intertextualidad, expresada frecuentemente mediante el
collage o pastiche. En el año 2000, la novela de Guardia "Libertad en llamas" es una de las dos finalistas del Premio Internacional de Novela "Sor Juan Inés de la Cruz", que otorga anualmente la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). Ese mismo año, Nicaragua le confiere la distinción de "Ciudadana del Siglo", de la órden "Rubén Darío". En 2007, la prestigiosa Biblioteca Ayacucho, de Venezuela, le encomienda el prólogo del tomo 237 dedicado las obras 'Plenilunio' y "Sin Novedad en Shanghai" de Rogelio Sinán. Su ensayo "Rogelio Sinán a la luz de las nuevas propuestas críticas sobre la narrativalatinoamericana" recibe, ese mismo año, el Premio Nacional del Libro de Venezuela,.
CENAL, Categoría "Prólogo".


Premios de Gloria Guardia 
  • Beca de Honor, Vassar College, Poughkeepsie, New York, 1958-61, 1962-63
  • Medalla de oro de la Sociedad de Escritores Españoles e Iberoamericanos, Madrid, 1961.
  • B.A. (Bachelor of Arts, "Cum Laude") Vassar College, 1963
  • Beca de Honor, Organización de Estados Americanos (OEA), para realizar estudios de postgrado en Columbia University, City of New York 1965-1968.
  • Premio Nacional de Ensayo "Ricardo Miró", Panamá, 1966.kkk
  • Premio Nacional de Novela "RIcardo Miró, Panamá, 1966.
  • Premio Centroamericano de Novela (EDUCA), San José, 1977
  • Numeraria, Academia Panameña de la Lengua, Panamá, 1985.
  • Correspondiente, Real Academia Española, España, 1989.
  • Premio Nacional de Cuento, "Ciudad de Bogotá", Colombia, 1997.
  • Correspondiente, Academia Colombiana de la Lengua, Colombia, 1997.
  • Llaves de la Ciudad de Miami, EE.UU, 1997.
  • Ciudadana del Siglo, de la Orden Rubén Darío, Nicargua, 2000.
  • Finalista del Premio Sor Juana Inés de la Cruz, Feria Internacional del Libro (FIL), de Guadalajara, México, 2000.
  • International Who's Who of Women, EE.UU., 2002.
  • List of Vassar College People, Famous Alumni, Writers, 2003
  • Vicepresidente Internacional y miembro distinguido del PEN Internacional, Londres, 2006.
  • Correspondiente, Academia Nicaragüense de la Lengua, Nicaragua, 2007.
  • Fellow, Rockefeller Foundation, Bellagio Center, 2007.
  • Premio Nacional de Ensayo (CENAL), Venezuela, 2007.
  • Continental Who's Who of National Business Leaders, EE.UU., 2014
Bristol Who's Who, 2015Columbia University's Who's Who of distinguished Alumni

                                                                 Periodismo        

   Al igual que muchos intelectuales de su generación y dadas sus raíces nicaragüenses, Guardia se integró en 1977 al Frente Sandinista de Liberación Nacional, con el que colaboró durante varios años, desvinculándose totalmente de éste en 1984. Como columnista de la Agencia Latinoamericana (ALA) y del diario La Prensa (Panamá) y como corresponsal en Panamá de la cadena televisiva ABC News, de Nueva York, luchó ideológicamente contra las dictaduras militares de Anastasio SomozaOmar Torrijos y Manuel Antonio Noriega (1968-1999). Una vez recobradas las libertades en Panamá, mantuvo durante varios años una columna de opinión en el diario "El Panamá América". Recibe el certificado de Idoneidad Periodística de Panamá l el 19 de octubre de 1982. La dictadura castrense de Omar Torrijos se la había negado a partir de 1978, cuando Guardia la solicitó como corresponsal de Agencia Latinoamericana ALA.  


Labor

En 1992 funda por sugerencia de la sede central en Londres, el capítulo panameño de PEN Internacional, la más prestigiosa y antigua sociedad mundial de escritores, cuya tarea prioritaria es la defensa de los derechos de los escritores alrededor del mundo. A partir de 1995 Guardia asume un liderazgo continental en el [[PEN Internacional] al ser elegida en 1997 al Consejo Mundial por un período de cinco años (1997-2002), logrando que el español sea aceptado como una de las lenguas oficiales del PEN. En 1998 funda y preside desde entonces la Fundación Iberoamericana del PEN Internacional. En 2006 es elegida Vicepresidente Intermacional de este organismo. 


Testimonio


  • Con Ernesto Cardenal (testimonio con fotografías de Sandra Eleta) Panamá: Editora Litográfica, 1974. Aquellos años de solentiname. Managua: Ediciones Centroamericanas  PANAMÁ, 2000.    


LIBROS DE GLORIA GUARDIA


2014El corazón de la noche (novela). Editorial Alfaguara
2011El jardín de las cenizas (novela). Editorial Alfaguara
2009Rogelio Sinán a la luz de las nuevas propuestas críticas sonre la narrativa latinoamericana (ensayo). Editorial Universitaria Carlos Manuel Gasteazoro
2006Lobos al anochecer. Alfaguara, Panamá, 2006. 
1999Libertad en Llamas (Novela). México: Plaza y Janés.
1997La Carta (relato). Salta: Biblioteca de Textos Universitarios.
1997Cartas Apócrifas (relatos). Bogotá: Tercer Mundo Editores, 1997. Premio Nacional, Bogotá: una ciudad que sueña.
1994Rogelio Sinán: Una reflexión crítica en torno a la contribución del libro onda a la poesía panameña del siglo XX. Separata del libro PANAMÁ, 90 AÑOS DE REPÚBLICA. Panamá: Impresora de la Nación.
1990Aproximación a libre y cautiva: Obra escogida de Stella Sierra (ensayo). Panamá: Talleres de Publi-Impresos López.
1989La Mujer en la Académia (ensayo). Discurso de posesión en la Academia Panameña de la Lengua). Panamá: Editorial Myriam Bermúdez.
1984La Búsqueda en del Rostro (ensayos). Panamá: Editorial Signos.
1976El último juego (novela). San José: Editorial Universitaria, 1977. Premio Centroamericano de Novela, EDUCA.
1975Rogelio Sinán: Una revisión de la vanguardia en Panamá. Panamá: Litho-Impresora Panamá, S.A..
1975Pablo Neruda: Un compromiso humano que no muere (monografía-homenaje), Panamá: Editora de la Nación.
1974Con Ernesto Cardenal (testimonio con fotografías de Sandra Eleta). Panamá: Editora Litográfica.
1971Estudio sobre el pensamiento poético de Pablo Antonio Cuadra (ensayo). Madrid: Editorial Gredos.
1961Tiniebla Blanca (novela). Madrid: Editorial Clásica y Moderna, 1961. Medalla de oro de la Sociedad de Escritores Españoles e Iberoamericanos.


El Último Juego Y Libertad en
llamas .
   


 


Hace unos años, cuando el Centro Cultural del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), me invitó a su sede, en Washington, con el propósito de que disertara ante un grupo de escritores, profesores, artistas y lectores latinoamericanos, quise dejar un testimonio de los múltiples embates que el novelista centroamericano debe librar si es que aspira a que su obra sea algo mucho más que “una mera representación fenoménicadesuentorno” –o,dichoconlaspalabrasde Balzac-, “unespejopasadoalolargodelcamino”1.En aquella oportunidad, recuerdo, hablé desde lo vivido en mi país de origen e hice énfasis, sobre todo, en la necesidad de que el novelista de la región cree –tal como Eugenio Trías ha sostenido con singular acierto -, “desde fuentes de raíces simbólicas, de suerte de poder dar con una escritura que sea algo mucho más que mero folclor, puro narrativismo, o simple trivialidad, encanallada y periodística.”2.
Al referirme en esta instancia a la novela histórica centroamericana, vuelvo una vez más a requerir de mi experiencia práctica y, en esa medida, del trabajo que he realizado dentro de un género que, de acuerdo con opiniones bastante generalizadas, se ha revitalizado a partir de la década de los setenta, no sólo en Europa y en América Latina, sino también en Centro América. Este resurgimiento de la novela histórica no ha sido, sin embargo, gratuito y va íntimamente enlazado a la sensibilidad que surge a raíz de lo acontecido en la nueva era que vivimos en la política mundial, que ha dado pie, según Samuel P. Huntington, profesor de Ciencias Políticas y Director del John M. Olin Institute, de la Universidad de Harvard3, a nuevas lecturas de la historia que necesariamente involucran el estudio e interpretación de las identidades nacionales. Hay que saber por qué en el mundo de las postrimerías de la guerra fría y 
de la posguerra fría las banderas cobraron y siguen cobrando una gran importancia; y hay que conocer también cómo se ha comprobado que la identidad cultural “es lo que resulta más significativo para la mayoría de la gente”4. Es más, estos nuevos análisis de la historia y de la identidad nacional y cultural, son todo menos un acto anacrónico, tal como enunciara de manera tan facilitona, Raymond Leslie Williams, en su libro The Modern Latin American Novel, publicado por Twyane, de Boston, en 1998; obra que, por cierto, omite muchas cosas, distorsiona algunas y oscurece otras. Nada más hay que volver los ojos sobre los reflexivos estudios que al tema de la nueva novela histórica y de la indagación de la identidad nacional y cultural le han dedicado Noé Jitrik, María Cristina Pons y Martin Kohan, en la Argentina5, Carlos Rincón, en la Universidad Libre de Berlín6; Werner Mackenbach, en la Universidad de Frankfurt7; Alberto Julián Pérez, en la Universidad Tecnológica de Texas8; y Alfonso del Toro y Fernando del Toro, en las universidades de Leipzig y Manitoba, respectivamente9Así es como se llega a la conclusión de la importancia de dar cabida a esos secretos de la historia que yacen ocultos en los discursos olvidados de los vencidos. Y se comprende también que las narraciones, frutos, es cierto, de la ficción, pero también de múltiples y exhaustivas investigaciones en busca de la identidad nacional, son fundamentales para una mejor penetración en la intimidad de esas sociedades nuestras, no necesariamente dominantes, que conviven en este mundo contemporáneo. No en balde sostiene Huntington:El colonialismo europeo ha pasado; la hegemonía estadounidense va retrocediendo, se sigue de ello la merma de la cultura (propiamente) occidental, a medida que se reafirman tradiciones, lenguas, creencias e instituciones autóctonas, enraizadas en la historia. El creciente poder de las sociedades no occidentales... está generando el renacimiento deesas culturas en todo el mundo10. 
Todo esto apunta, a su vez, a nuevas y muy variadas aproximaciones a la historia, a la aceptación de la diversidad de culturas y al hallazgo de una multiplicidad de lenguajes que se traducen, no en la aceptación de una síntesis del pensamiento como verdad única, sino en el énfasis en la búsqueda de una identidad nacional, basada en el poder de auto-observación e introspección que cumple con uno de los requisitos básicos y, acaso, el primero y más importante de todos: conocerse a uno mismo y, en esa medida, saber integrar a nuestras reflexiones lo que nos es y ha sido propio desde nuestros inicios
 nacionales, que – en este caso -, viene a ser el pensamiento de Martí, Hostos, Darío, González Prada, Sierra, Rodó, Mariátegui, Ingenieros, Martínez Estrada, Heríquez Ureña, Paz, y Kush, entre otros. Porque no iremos a ninguna parte como creadores o investigadores, como intelectuales y pensadores hasta que no hayamos cumplido con esto.
Es bueno puntualizar, sin embargo, que esto y lo otro ha sido dicho a manera de introito y para esbozar algunas de las razones por las cuales he creído de algún valor dejar un testimonio sobre cómo y por qué escribí dos de mis obras de ficción. Me refiero a las novelas El último juego, ganadora del Premio Centroamericano de Novela en 197611, y Libertad en llamas, publicada por Plaza y Janés en 1999. La primera, como es de muchos conocido, versa sobre la problemática vivida en Panamá durante la conflictiva década del gobierno de Omar Torrijos Herrera, cuando se negocian y firman con los Estados Unidos los Tratados del Canal. Y la segunda recupera, a través de la palabra, aquella Nicaragua de los años 1927 y 1928 cuando el país revivía otro cruel azotazo del imperialismo norteamericano y Augusto César Sandino se había levantado en armas para defender la soberanía nacional.
En ambos casos, debo decir, lo primero que tuve que plantearme fue la posición desde donde habría de narrar estas novelas históricas de finales del siglo XX. Esto me resultó, desde un principio, bastante claro: lo haría desde mis fronteras de ciudadana panameña, hija de madre nicaragüense, residente desde hace más de treinta años en Panamá y en Colombia y formada, desde la primera adolescencia hasta la adultez, en colegios y universidades de Estados Unidos y de Europa. Estos múltiples desplazamientos físicos y culturales, debo decir, me ubicaron dentro de una situación compleja, es cierto, pero enriquecedora, bajo un punto de vista teórico y práctico, que me permitió conocer analíticamente el discurso crítico de los centros del saber metropolitano hegemónico así como integrar a mi proceso creativo un número plural de recursos de forma y fondo cuyos orígenes no son exclusivamente latinoamericanos, pero que por haberlos asimilado, desde una edad temprana, me autorizaba – tal como ha dicho Walter Mignolo -, a recodificarlos, reaplicarlos y reemplearlos en problemas propios .







El jardín de las cenizas


El jardín de las cenizas es la saga del siglo XX panameño. Con esta novela histórica Gloria Guardia corona la trilogía Maramargo. Comenzando con El último juego, la trilogía abarca el secuestro de unos negociadores de los tratados del Canal por un grupo guerrillero a personajes ficticios del patriciado panameño. Lobos al amanecer, presenta el magnicidio del presidente José Antonio Remón en enero de 1955, destacando las costumbres de las personas de abolengo, y modo de vida panameño, modas, canciones y forma de hablar. Los hechos históricos que presenta la autora demuestran una gran investigación, ostenta profundo conocimiento íntimo de los hechos, Guardia abarca todo un siglo de historia nuestra y me recuerda la magnífica obra En búsqueda de los tiempos perdidos, de Marcel Proust.Gloria Guardia es una gran novelista, narradora y ensayista panameña—nicaragüense, egresada de Vassar College, Columbia University y la Universidad Complutense de Madrid. Es Miembro de Número de la Academia Panameña de la Lengua, e Individuo Correspondiente de la Real Academia Española y de las academias colombiana y nicaragüense de la lengua. Vicepresidenta del PEN Internacional, con sede en Londres, su obra literaria incluye novelas, relatos, cuentos, 
estudios críticos, monografías, entrevistas, ha sido traducida a muchos idiomas.
El jardín de las cenizas culmina esta trilogía histórico—política comenzando con los albores de la República, la inauguración del Teatro Nacional en 1908, las modas, el Polvorín, la creación
de Acción Comunal, la visita de Víctor Raúl Haya de la Torre, los movimientos feministas y la
lucha por el sufragio femenino donde tuvieron un papel estelar Clara González de Berenguer, Otilia Tejiera, Esther Neira de Calvo, el congreso Internacional de mujeres, las intervenciones militares norteamericanas, los hechos del 9 de Enero, la ruptura de las relaciones con los Estados Unidos por el presidente Roberto Chiari, el golpe militar a Arnulfo Arias en el 68, la temible dictadura de Omar Torrijos, las expropiaciones, asesinatos, torturas y desaparicionesque conllevó ese horrible periodo donde cerraron la Universidad, se apropiaron de los periódicos de la familia Arias, la falta de libertad, la represión, los espías y sapos, el terrible aparato represivo del G—2 durante la dictadura, el asesinato del padre Gallego, tantasdesapariciones y muertes que se dieron durante la dictadura de Torrijos, el narcotráfico y el lavado de dinero de la droga, la creación del centro bancario y laboratorios de estupefacientes encontrados en Darién, las fortunas millonarias que surgieron de un día para otro con el lavado de dinero, abogados que limpiaban las cuentas de los narcotraficantes famosos, como ejemplo aparece el personaje ficticio de Tito Garrido, sobrino de Elvira, sabemos que algunas familias oligárquicas se acercaron al dictador, el macabro asesinato, la decapitación, tortura y muerte del doctor Hugo Spadafora, los cuartelazos, la corrupción, el contubernio entre la mafia y la CIA, la horrible narcodictadura que nos tocó vivir, el trasiego de armas y drogas, enriquecimientos ilícitos a costa de las arcas nacionales, las injusticias, exilios, expropiaciones de familias, cuartelazos, toda la sangre vertida injustamente por los gorilas que tanto nos persiguieron, la valiente columna de Guillermo Sánchez Borbón en el diario La Prensa, que fue cerrado por el general Rubén Darío Paredes, los famosos Batallones de la Dignidad. La llamada Operación Justa en diciembre de 1989 con la que el gobierno de Bush ocasiona una masacre injustificada: la dolorosa invasión dejó 10,000 muertos panameños, destruyendo el barrio de El Chorrillo, llenando de luto a familias enteras y acabando con nuestra soberanía.
Aparecen las actas protocolares de las transferencia del Canal a la República de Panamá, además de un cuadro cronológico de la historia de nuestro país y de la trilogía Maramargo.

En tiempos paralelos se cuenta la historia de una familia del patriciado, sus códigos de conducta, costumbres, con personajes ficticios y otros reales que se conjugan, la autora va presentando todo el panorama histórico—político del siglo pasado, comenzando con la entrega del Canal en diciembre de 1999, paralelamente con la creación de Acción Comunal hermandad, sociedad secreta celosa de la nacionalidad panameña, las negociaciones canaleras, maquinaciones de la francmasonería, las figuras de Arnulfo Arias, personajes relevantes como Ricardo J. Alfaro, Harmodio Arias y Víctor Florencio Goitía.
Esta obra maestra de la literatura panameña debe ser lectura obligatoria para toda persona que le interese la geopolítica y la historia hispanoamericana.
El jardín de las cenizas abre el 15 de diciembre de 1999, cuando Elvira Garrido Arosemena, de 93 años, personaje central de la novela, hija de Roberto Augusto Garrido Orillac y María Inés Arosemena —todos miembros ficticios del patriciado panameño—, ha estado estrechamente ligada a los hechos, relata los hechos y observa en la televisión la entrega del Canal y las áreas revertidas, luego de largas luchas nacionalistas, se remonta a los hechos más importantes del siglo XX. 
MRecomendamos la lectura de esta magistral obra de la mejor escritora panameña y centroamericana.

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Gloria_Guardia